Imagina que vives en Nueva Escocia (Canadá) y que en una visita al campo te encontras con una estación espacial destruida en medio de la nada. Pues esto es lo que le ocurrió a Adam Graham, un fotógrafo que descubrió la estación abandonada y le sacó fotos cuando aún estaba entera y cuando fue definitivamente derruida. Por lo visto han dejado allí buena parte del equipamiento.

Además de en su blog (dónde incluye comentarios sobre el 'descubrimiento'), se pueden ver todas las fotos, realizadas en un inquietante blanco y negro, en su galería de Flickr.

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