A rey muerto, rey puesto. Se le acabó la mecha a Timbaland y los petardos de The Neptunes ya no hacen ruido. El año pasado tocó relevo en el trono de mejor (y más guapo y más original, y que más vende, y...) productor de hip-hop/R&B. Kanye West dejó de ser el chico que ayudaba a Jay-Z y se convirtió en el amo del cotarro. Publicó un disco a su nombre (The College Drop Out) que le descubrió como buen narrador y rapper, además de servir como muestrario de sus habilidades a la hora de encontrar samples y que sabe fundir como nadie elegancia y ritmo.

Este año tocaba confirmarse, y lo hace con un curioso juego de roles: produce el disco de un consagrado en horas bajas (Common) y para su nuevo disco se deja ayudar en la producción (que es lo suyo) por un orfebre del pop de camarilla, Jon Brion (Aimee Man, Rufus Wainwright, Fionna Apple, Evan Dando...)

A Common lo viste de Marvin Gaye
Primero su trabajo como compositor/productor (que en hip-hop es casi lo mismo). Como si fuera un moderno Marvin Gaye o Smokey Robinson, el Be de Common es intenso y sensual. Por momentos ('they say') parece una versión más cool del primer acid jazz (el de Young Disciples, por ejemplo), elegante y que ni pintada para un atardecer. De sonido sólido y que recuerda al funk de cámara lenta de D'Angelo, el disco es un triunfo porque se disfruta y no se le ven las costuras. Todo suena a conocido, pero no a copia. Poco original pero muy, muy disfrutable.

¿Obra maestra o más de lo mismo?
Ahora Kanye presenta su segundo trabajo en solitario, Late Registration. ¿Qué tipo de disco se hace cuando uno se sabe el mejor y ya ha deslumbrado con su debut? Supongo que hay dos opciones: o te encierras en tu mundo interior y sueltas una obra extraña y oscura o doblas la apuesta. Kanye ha decidido hacer lo segundo. Mis primera reacción fue negativa: algunos samples son demasiado obvios, toda la canción es el sample, es igual que el primero, demasiados cameos de estrellitas (Nas, Jamie Foxx, Brandie, Jay-Z), es tan perfecto que es frío, no me afecta, no inventa nada... Pero a la segunda le ves más matices, a la tercera ya no te quitas de la cabeza 'gold digger', 'home' o 'I need to know'. A la cuarta ya te parece que llevas mil años escuchando el disco.

El sonido es fantástico. ¿La aportación de Jon Brion? Excepto unos arreglos de cuerda (que hacen al disco más pop y más clásico) tampoco es que se note especialmente que está ahí. Kanye lo emplasta todo y le da coherencia. Como dice él mismo en uno de los temas, es el Quincy Jones del rap. Eso sí, sigo creyendo que se apoya demasiado en samples (lo de 'I need to know' con 'Move on up' de Curtis Mayfield y 'diamonds are forever' es un pelín escandaloso).

Xx