Pocas veces un título dijo tanto (sin resultar obvio) de una obra. Al menos en su título original en francés (L'Ascension du Haut mal) y su correspondiente traducción al castellano. Digo esto porque en Estados Unidos e Inglaterra han tenido la nada poética idea de ser claros (y simples) y titular a este cómic Epileptic (Epiléptico).

David B. Uno de los máximos exponentes del nuevo cómic francés y poseedor de un poderosísimo estilo gráfico (del que ha bebido de una forma bastante descarada Marjane Satrapi), cuenta en esta narración autobiográfica de seis tomos (los cuatro primeros han sido editados en España por Sins Entido) la historia de su familia. Más en concreto cómo la enfermedad (epilepsia) de su hermano marca el final de su infancia y su juventud, cómo descompone y recompone (para volver a descomponer) a su familia y cómo la ciencia, la fantasía y el ¿espíritu? luchan por hacer comprensible el gran mal que les atenaza como conjunto y a cada uno de ellos por separado.

Narrado con una curiosa mezcla de épica, viaje de descubrimiento y sinceridad casi hiriente, La ascensión del gran mal es una exploración asombrosa de los límites de la resistencia humana, un (por momentos) mareante compendio de las debilidades de todos como conjunto y cada uno como individuo. Pero es, además, un portentoso (en serio) ejercicio plástico de uno de los mejores dibujantes de las dos últimas décadas. Excesivo, sorprendente y brillante.

+ INFO:
- Artículo en la Wikipedia (castellano) sobre David B.

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