- Mareeeeeeeeeela!

Se acabó lo de llamar a las vacas por un nombre genérico. Ellas tienen derecho a su nombre y sus apellidos. Más que nada porque son unas 'empleadas' (dan leche) que responden de su trabajo. Así nació en su momento en Galicia el 'Control lechero' que lleva a cabo el Servizo del Producións Gandeiras, dependiente de la Consellería de Medio Rural.

En un repaso a los nombres más recurrentes que los ganaderos gallegos le dan a sus animales (publicado por el blog O ollo da vaca y reflejado luego en un artículo de La Voz de Galicia), el más socorrido ha resultado ser Paloma, seguido de Linda, Pinta y Blanca.

Pero también están los amantes de nombres más curiosos (o directamente que tienen muchas) y deciden llamarlas Chenoa, Letizia, Prestige, Poesía, Fraga, Quintana, Amaral o Pantoja. Y si alguna es hija de un semental extranjero, pues tampoco se le va a poner un nombre común. Así, un paisano puede bautizar a su vaca como Silvia Gibson o Jenny Marshall.

¿Y qué nombres les podríamos poner a los cerdos?

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