Mi primer dia de San Isidro. Hasta ahora me había limitado a verlo por la tele. Ante la imposibilidad de repetir tan estática costumbre, este año ha tocado ir. Me había preparado por la mañana desayunando roquillas listas, tontas y francesas. Como soy un muchacho sencillo me quedo con las tontas.

Armados de tortilla, sangría y barquillo partimos hacia la Pradera de San Isidro. Comimos, bebimos, perdimos a parte del grupo, fuimos a las atracciones y buscamos una limonada infructuosamente. Otras tres fotillos aquí.

Xx