A ver si mejoro las estadísticas a la vuelta. De entrada Air France ha empeorado un poquillo la comida que da en los aviones, me tuve que quitar los zapatos, asegurar que no soy un terrorista, enseñar dos latas de aceite de oliva y aguantar que en Grand Central Station una señora negra de unos 50 años me diera un paragüazo en el hombro para adelantarme en las escaleras mecánicas.

He atravesado casi todo New York pero no he visto aún nada. Hmmm, habrá que hacer algo con el aceite para cenar.

Xx