El Real Jardín Botánico de Madrid es el lugar que acoge la exposición On-Site, originalmente comisionada para el MoMA de Nueva York. Se trata de una muestra de los mejores trabajos arquitectónicos que se están realizando en España durante los últimos años. Se trata de fotos, maquetas y vídeos sobre construcciones ya conocidas (el Edificio Agbar, el Edificio Mirador de Sanchinarro, la T4 de Barajas...), otras recién inauguradas (el hotel de la Bodega de Marqués de Riscal en La Rioja, de Frank Gehry) y varias aún en proyecto o edificación (como la espectacular sede del Euskotren de Zaha Hadid).
Lo más llamativo son las maquetas: pequeñas obras de arte llenas de detalles y dónde las formas se pueden apreciar en su totalidad. Incluso se pone uno a pensar si no serán más hermosas que el edificio final, más soñadoras.
Colas y 'Comunidad de Madrid'
Dos detalles negativos de la exposición: para permitir que la gente pueda verla a sus anchas (lo cual se agradece) solo dejan pasar al mismo tiempo a 60 personas. Sinceramente, podrían entrar 100 a la vez sin agobios. El resultado es que se forman colas de una hora. Teniendo en cuenta que no estamos, precisamente, en verano esto se convierte en un problema.Y luego el detalle ególatra de anunciar la muestra como una exposición de arquitectura en la Comunidad de Madrid. Se intentan justificar diciendo que el 40% de los trabajos de la muestra están situados o realizados por Estudios de Madrid. En fin, agradezco a la Comunidad de Madrid el esfuerzo económico de traer la exposición, pero se pueden ahorrar la tontería.
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Los que estén o pasen por Madrid de aquí al 15 de enero harían bien (si no lo han hecho ya) en visitar la
Ayer por la mañana me disponía a ver una exposición de
Y volviendo a la historieta que cuento hoy, la exposición española de Henwood está abierta al público en la galería madrileña Espacio sin título (calle Alameda, 6). Los cuadros son tremendos, poderosos y tremendamente expresivos... pero es que ¡solo son cinco! Llegas allí y está un chico que amablemente te abre la puerta, se lleva a otra sala a los dos perros que le acompañan y te deja disfrutar de los cuadros (cinco, repito). Tras comprobar que las escaleras que bajan solo se dirigen a los servicios y que no hay ningún pasadizo secreto, me dedico un buen rato a disfrutar del correctamente titulado
Un vecino de Nueva York decide hoy por la mañana dar un paseo por