Progreso, la zanahoria de plástico que nos azuza y nos guía. 2. Proceso mediante el cual la humanidad se percató , en un momento dado, de que lo que antes hacía sosegadamente lo podía hacer ahora a toda prisa y con peores resultados.
Propiedades, conjunto de objetos a los que uno acaba perteneciendo.
Y así todo un repaso (en texto e imágenes) del mundo actual en forma de enciclopedia y con el que el sevillano Miguel Brieva vuelve a mostrar a) su oposición al mundo consumista y lo que él considera pasividad (borreguil) de la mayoría del pueblo y el cinismo e hipocresía de los medios y las personas que controlan el poder político y económico, b) que es un gran ilustrador y un aceptable guionista, c) su mala baba, d) un interesante 'equilibrio' entre el humor, la crítica despiadada y la reflexión, y e) lo estúpido de muchas costumbres y necesidades nacidas en las ciudades modernas.
La religión, los bancos, los políticos, la tele, la familia tradicional, los punks pijos, las drogas, el sexo en la publicidad, la realidad virtual, los políticos, la necesidad de ser propietario o la insensibilidad hacia los demás. Todo es triturado por los razonamientos viscerales y absolutamente parciales.
Se recomienda consumir en pequeñas dosis. Vaya, como cualquier enciclopedia.
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Propiedades, conjunto de objetos a los que uno acaba perteneciendo.
Y así todo un repaso (en texto e imágenes) del mundo actual en forma de enciclopedia y con el que el sevillano Miguel Brieva vuelve a mostrar a) su oposición al mundo consumista y lo que él considera pasividad (borreguil) de la mayoría del pueblo y el cinismo e hipocresía de los medios y las personas que controlan el poder político y económico, b) que es un gran ilustrador y un aceptable guionista, c) su mala baba, d) un interesante 'equilibrio' entre el humor, la crítica despiadada y la reflexión, y e) lo estúpido de muchas costumbres y necesidades nacidas en las ciudades modernas.La religión, los bancos, los políticos, la tele, la familia tradicional, los punks pijos, las drogas, el sexo en la publicidad, la realidad virtual, los políticos, la necesidad de ser propietario o la insensibilidad hacia los demás. Todo es triturado por los razonamientos viscerales y absolutamente parciales.
Se recomienda consumir en pequeñas dosis. Vaya, como cualquier enciclopedia.
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¡Muerte al homo sapiens! ¡Viva el homo consumis! El sevillano Miguel Brieva se ha decidido a luchar desaforadamente contra esta imagen. Desde sus cómics (en su mayoría autoeditados) e ilustraciones para publicaciones como El País de las Tentaciones, El Jueves, Rolling Stone o La Vanguardia, señala de forma descarnada y satírica el absurdo al que nos lleva el capitalismo.