Ahora que salen al mercado las reediciones de los cinco primeros discos de New Order, bueno es recordar a Disco Inferno, uno de los pocos grupos que supo recoger su testigo y llevarlo más allá, especialmente en lo que se refiere a mezclar experimentación con pop y provocar emociones con sonidos sintetizados.
De hecho Ian Crause (líder del proyecto) construyó canciones sobre samples de accidentes de coches, obturadores de cámaras réflex o pisadas en la nieve, con la intención de hacer su música más narrativa. Con un ojo en Wire y PIL y otro en el hiphop más avanzado, Disco Inferno fueron pioneros de eso que se dio en llamar post-rock (hacer pop o rock con instrumentos/medios extraños o hacer música extraña con instrumentos de pop y rock) y pese al atractivo de muchas de sus canciones (no todo eran experimentos sesudos) desaparecieron porque no parecían interesarle a nadie más que a los críticos.
'The last dance' es uno de sus temas más clásicos y accesibles. Hay un bajo y un ritmo que recuerdan a New Order, drama, una melodía que se queda en la cabeza y la sensación de que podría ser un secreto: una canción que sólo tú conoces, un pequeño tesoro qué te hace sentir frágil cuando la luz del día comienza a desaparecer.
Enlace a la descarga hxxp://www.zshare.net/audio/51553968c6ea4a41/ (cambiar las 'x' por 'p')
El dibujante y guionista de cómic Seth siempre había destacado por su uso de una línea gráfica preciosista y clásica (léase 'propia de 1930') que combinaba con unas narraciones en apariencia sencillas pero que iban descubriendo tramas y puntos de vista ocultos a medida que el lector pasaba nuevas páginas. Tanto La vida está bien si no te rindes como Ventiladores Clyde son obras maestras de la historieta y combinan una narración gráfica limpia y de apariencia ligera con historias sobre profundos sentimientos humanos.
En Wimbledon Green (Drawn & Quarterly, 2005) la cosa cambia. Se mantiene el dibujo 'tipo New Yorker', tan limpio y elegante, pero la composición de la página y la linealidad de la historia dan un vuelco absoluto. Siguiendo el ejemplo de su amigo Chris Ware (autor de Acme Novelty Library), Seth utiliza recursos estilísticos primitivos (dividir una página en 20 viñetas en las que se muestra a un personaje hablando casi sin cambiar su postura) y fragmenta la información (varias fuentes, decenas de personajes con el mismo peso, tramas paralelas, puntos de vista contradictorios) para narrar la historia del mayor coleccionista de cómics de la historia. Por el camino se habla de la esencia artística del cómic, su pape como espejo alternativo de la sociedad, la codicia, los celos y el rechazo que genera aquel al que no se comprende.
Un ejercicio en ocasiones agotador (especialmente su primera mitad) pero siempre fascinante.
Las imágenes de los incendios en California me han traído a la memoria las casitas (todas idénticas, todas perfectas) de la serie Weeds, cuya acción tiene lugar en una urbanización de lujo como las que se están quemando estos días.
La canción de la cabecera de la serie es 'little boxes', de la cantante folk estadounidense Mavina Reynolds (1962). El tema parodia las urbanizaciones creadas para la nueva burguesía y compara sus casas con cajitas todas iguales en las que vive gente idéntica entre sí. Durante las temporadas 2 y 3 la canción es versionada al inicio de cada capítulo por gente como Elvis Costello, Regina Spektor, Ozomatli, Death Cab for Cutie, Angelique Kidjo o The Decemberists.
Pero el tema también tiene dos versiones históricas en castellano. La segunda, pero quizás más conocida, es la que hizo el chileno Víctor Jara con el título de 'Las casitas del Barrio Alto', en la que adaptaba el original a lo que veía en Santiago de Chile. Este vídeo muestra como sería el inicio de un capítulo de Weeds con Víctor Jara a la voz y guitarra.
Vídeo subido por ppriede
Pero antes que Jara, ya se había fijado en la canción el español Adolfo Celdrán, que haría una versión más fiel del tema de Reynolds para su primer single. Además, al tema en sí le acompañó el siguiente cómic (haz clic en la imagen para ver todo el cómic).
Las tres canciones (Melvina Reynolds, Víctor Jara y Adolfo Celdrán) en un zip para descargar: - hxxp://rapidshare.com/files/162057620/boxes.zip.html - hxxp://www.zshare.net/download/51094559fe4ae4cf/
El regreso del guitarrista experimental austriaco en formato de disco 'normal' sigue el espíritu explorador de Endless Summer y Venice, pero con menos pulsaciones por minuto. The black sea (Touch, 2008) te atrapa en medio de una ventisca de nieve o inmerso en un mar lleno de corales pero sin peces.
La presencia de alguna guitarra acústica amortigua los moratones del frío, y la distorsión ejerce un efecto similar al de la aurora boreal. Lo que suena en ocasiones parece electrónica y otras folclore. Un folclore digital e inventado, que tiene más de banda sonora que de música de raíz.
Música para una noche casi sin luz, una duermevela de 24 horas. Es el disco más ensoñador y perezoso de Fennesz. Ni rompedor, ni apabullante. Un precioso disco menor, lleno de misterio y que sonará (y se verá) distinto en el cerebro de cada uno.
Este es el single de presentación, 'Saffron revolution'
Los de France Press se deben haber cansado de que sus clientes no le paguen o le pidan rebajas por la crisis y han decidido tomar el toro por los cuernos. Al menos en Corea del Sur, dónde han sacado una web (http://afpbb.co.kr/) que directamente ofrece sus contenidos al público. Su oferta tradicional se enriquece con el contenido de algunas fuentes locales. Sigue así una línea ya inciada hace dos años en Japón. Una de las apuestas más importantes es la de ofrecer directamente a sus usuario unas 500 fotografías de alta calidad y resolución al día. [Pincha aquí para ver un ejemplo]