Viaje directo Madrid-Bangkok, lo que se agradece.
Thai Airways tiene una selección bastante decente de películas, con la particularidad de que puedes ver alguno de los últimos éxitos tailandeses. Después de echar un ojo a los primeros 20 min de tres de las películas me queda claro que les van los amores un tanto ñoños, con algo de música y algún juego de equívocos.
En el avión viene Frank de la Jungla (que vive en Bangkok) con su gorra, sus calcetines blancos y sus Crocs. En el aeropuerto, mientras recoge las maletas, se le acerca una fan y se le nota en la cara la poca gracia que le hace intentar ser simpático.
Lo primero que notas al llegar es que hay agua por todas partes (ríos, lagos, charcas...) y la humedad en el aire. Me voy a la zona de Ari, donde vive Lady M, dejo las cosas, pillo algo de comer y beber (zumo de clementina, hmmmmm) y me voy al mercado de Chatuchak, una locura.
De vuelta al piso salimos a que nos den un masaje (súper barato y súper bueno) y cenamos en un japonés.
Un par de veces creo escuchar el sonido de mi móvil (aunque lo lleve apagado). Aún tengo que desconectar mentalmente.
[+ info: fotos y vídeos en Flickr]
Xx
Thai Airways tiene una selección bastante decente de películas, con la particularidad de que puedes ver alguno de los últimos éxitos tailandeses. Después de echar un ojo a los primeros 20 min de tres de las películas me queda claro que les van los amores un tanto ñoños, con algo de música y algún juego de equívocos.
En el avión viene Frank de la Jungla (que vive en Bangkok) con su gorra, sus calcetines blancos y sus Crocs. En el aeropuerto, mientras recoge las maletas, se le acerca una fan y se le nota en la cara la poca gracia que le hace intentar ser simpático.
Lo primero que notas al llegar es que hay agua por todas partes (ríos, lagos, charcas...) y la humedad en el aire. Me voy a la zona de Ari, donde vive Lady M, dejo las cosas, pillo algo de comer y beber (zumo de clementina, hmmmmm) y me voy al mercado de Chatuchak, una locura.
De vuelta al piso salimos a que nos den un masaje (súper barato y súper bueno) y cenamos en un japonés.
Un par de veces creo escuchar el sonido de mi móvil (aunque lo lleve apagado). Aún tengo que desconectar mentalmente.
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