 Cada día Devendra Banhart se me parece más a una especie de Manu Chao estadounidense. Primero, por compartir el espíritu hippie. Pero es que ahora ahonda el el toque naïf y desenfadado de sus composiciones (temas como 'chinese children' o 'beatles') y ha aumentado el número de canciones interpretadas en castellano. Buena parte de su infancia la pasó en Venezuela, así que no necesita recorrerse América en tren.
Cada día Devendra Banhart se me parece más a una especie de Manu Chao estadounidense. Primero, por compartir el espíritu hippie. Pero es que ahora ahonda el el toque naïf y desenfadado de sus composiciones (temas como 'chinese children' o 'beatles') y ha aumentado el número de canciones interpretadas en castellano. Buena parte de su infancia la pasó en Venezuela, así que no necesita recorrerse América en tren.Y si bien es cierto que este nuevo Cripple Crow (XL, 2005) es algo más disperso que sus dos obras del año pasado (los enormes Niño Rojo y Rejoicing the hands), su música sigue siendo mágica. Melodías encantadoras, guitarras que bailan un vals al atardecer con los violines y las escobillas y, especialmente, la naturalidad del que se sabe bueno y no se siente presionado por ello.
Parece que la única ambición de Devendra (además de dejar claro su amor por Bianca, de CocoRosie) es ser feliz componiendo e interpretando música.
Después del órdago de 2004 (publicó dos trabajos geniales, participó en el hermosísimo debut de Vetiver y presentó en sociedad a la maravillosa Joanna Newsome), el crítico del Rock de Lux César Estabiel dijo que Devendra estaba a un tiro de disco de la grandeza de Will Oldham (Palace Brothers, Bonnie 'Prince' Billy) y Bill Callahan (Smog). Para mí ya lo ha conseguido.
+ INFO:
- Página del sello Young Gods
- The suitcase (página de fans)
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