Una de las cosas que me llamó más la atención durante mi visita de hace semana y media a Oxford fue enterarme la forma en la que funcionan los Colleges, las instituciones en las que se organiza la Universidad de esta localidad inglesa. Y especialmente conocer la existencia de las High Tables (o High Table dinners).

El asunto viene a ser como sigue (Lluis, corrígeme si meto la pata):
Una High Table debe ser organizada por los máximos rectores de un College, y tiene como fin juntar en una cena a alguno de los miembros preeminentes del College, a profesores de otros Colleges que han colaborado en la docencia durante el último año o cualquier otra personalidad que sea considerada interesante. Se permite llevar pareja.

Como todo en Oxford, se trata de un acto de lo más formal y protocolario. En la sala del comedor (muchas veces iluminada con velas) se sitúan de pie aquellos que van a cenar sin más (simples alumnos, por ejemplo). Deben esperar hasta que lleguen a otra mesa principal (la High Table) los profesores, o fellows del College y el resto de invitados. Una vez que éstos se sientan, los ocupantes del resto de las mesas también pueden hacerlo. Todos deben vestir con una toga.

15 minutos de charla con cada uno
A continuación se procede a tomar una cena compuesta de entrante, plato principal y algún dulce. Esta fase suele tener una duración de unos 45 minutos. En el momento en el que los miembros de la susodicha mesa principal acaban y abandonan la estancia, los demás también deben hacerlo, siendo indiferente si aún están en la sopa o si han acabado hace rato.

Durante esta cena todos los comensales de la High Table deben hablar un tiempo proporcional con la persona que tengan a su izquierda, a su derecha y enfrente.

Tras la cena se procede a pasar a otro salón en el que se charlará de forma más distendida mientras se degusta un dessert de (normalmente) chocolate y Oporto.

Cuando dos o más Colleges compiten por fichar a algún estudiante de doctorado suelen ofrecer cuantas más High Tables mejor, como suculento 'extra' a la propuesta académica.

Sinceramente no me veo en una de estas. Supongo que será curioso vivirlo una vez, pero no más. Yo me sentaría en una esquina, hablaría un cuarto de hora con el de la izquerda, otro cuarto con el de enfrente y (como suelo comer muy rápido) me escaparía a la siguiente estancia para tomar ventaja en lo del Oporto y el chocolate.

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